Historia de Varsovia
Varsovia fue la única ciudad que se levantó contra los nazis y pagó las consecuencias: las tropas alemanas arrasaron completamente la capital. Hoy en día, Varsovia es una de las capitales más grandes de la Unión Europea. Descubre la apasionante historia de Varsovia.
Origen de Varsovia
A mediados del siglo X, una pequeña villa polaca llamada Bródno comenzó a crecer y a competir comercialmente con sus ciudades vecinas. Tres siglos después, la población de esta villa se trasladó a un pueblo cercano llamado Warszawa (Varsovia), que más tarde se convertiría en la capital del ducado de Mazovia.
El aumento de la población de Varsovia dio lugar a la construcción de importantes edificios, como el antiguo Castillo Real, las murallas, la columna de Segismundo y la Plaza del Mercado. Aquí se colocó la famosa estatua de la sirena, que guarda una estrecha relación con la historia de Varsovia.
En el siglo XVI, Varsovia pasó a formar parte del reino y se convirtió en capital de Polonia en 1596, cuando el rey de origen sueco Segismundo III trasladó su corte a la ciudad del Vístula.
Invasiones y guerras de Varsovia
El siglo XVII fue devastador para la ciudad, que sufrió incendios, epidemias e invasiones que marcaron el pasado de Varsovia. Después de la Guerra de Sucesión (1733-1738), Polonia logró expulsar al monarca impuesto por Suecia y elegir a un rey polaco: Augusto III. Su sucesor, Estanislao II, fue el último rey de Polonia como nación independiente.
Tras varias invasiones, en 1795, las potencias de Austria, Prusia y Rusia se repartieron Polonia, que desapareció del mapa durante 123 años. La ciudad de Varsovia quedó anexionada a Prusia.
Al terminar la Primera Guerra Mundial, Polonia recuperó su independencia, aunque sus fronteras fueron drásticamente mermadas.
Varsovia durante la Segunda Guerra Mundial
A los pocos días de estallar la Segunda Guerra Mundial, Varsovia fue invadida por las tropas alemanas. Los nazis quemaron edificios históricos, arrasaron librerías y universidades y un total de 10.000 personas murieron durante los tres meses de asedio.
Con la victoria de los nazis llegaron cinco años de invasión alemana, que se caracterizó por las purgas constantes, los trabajos forzados y la omnipresencia de la Gestapo. El detonante de todo ello fue la creación del gueto de Varsovia en 1940, el mayor gueto judío de Europa. Se calcula que los nazis hacinaron a más de 445.000 judíos en un espacio de 10 kilómetros cuadrados cercado por un muro.
La vida en el gueto de Varsovia era inhumana. El hambre, las enfermedades y la sobrepoblación se unían a las constantes deportaciones a campos de concentración y exterminio. Durante los tres años que duró el gueto de Varsovia, el 88% de su población murió. El fin llegó con el Levantamiento del gueto de Varsovia de 1941, un acto heroico que duró 15 días y que terminó con más muertes y deportaciones.
El 1 de agosto de 1944, la ciudad de Varsovia se alzó contra el terror nazi. Este episodio conocido como el Alzamiento de Varsovia sirvió de ejemplo para toda Europa. Hoy en día, cada 1 de agosto a las 17:00 horas suenan las mismas sirenas que anunciaron las bombas ese mismo día en 1944 y la ciudad se detiene como muestra de respeto.
Todos estos sucesos se plasman a la perfección en el Museo de la ciudad de Varsovia, el Museo del Levantamiento y el Museo POLIN a través de fotografías, objetos antiguos y testimonios reales.
Bajo el régimen comunista
Mientras el alzamiento de Varsovia llegaba a su fin y las tropas polacas se debilitaban, el Ejército Rojo frenó su avance por el este y acampó a muy pocos kilómetros de Varsovia. Este hecho hace pensar que la idea de Stalin era dejar que el levantamiento polaco fracasara para invadir Polonia.
Y así fue. El 1 de febrero de 1945 se estableció la República Popular de Polonia, bajo el dominio de la Unión Soviética. La historia de Varsovia inició cuarenta años de régimen comunista. En este tiempo se reconstruyó la ciudad, que había sido totalmente arrasada por los nazis, y las condiciones de los polacos mejoraron, aunque continuaron viviendo sin libertad hasta 1989.
El Palacio de la Cultura y la Ciencia de Varsovia data de la época comunista y fue construido por orden del propio Stalin.
Varsovia en el siglo XXI
Varsovia llevó a cabo una importante labor de reconstrucción de toda la ciudad, que fue premiada cuando en 1980 la Unesco declaró Varsovia Patrimonio de la Humanidad.
En el año 2004, Polonia entró en la Unión Europea, aunque la moneda de Varsovia sigue siendo el zloty polaco. La capital no ha dejado de crecer y de recibir turismo, y hoy en día es la novena ciudad más poblada de la Unión Europea.