Frédéric Chopin y Varsovia
En 1810 nació en Varsovia uno de los mejores pianistas de la historia de la música, Frédéric Chopin. La vida de este músico prodigio que reinventó las polonesas es tan apasionante como las obras que dejó para la posteridad.
Uno de los pianistas más reconocidos de la historia de la música es el polaco Frédéric Chopin, un compositor y artista que dejó huella en Varsovia, su ciudad natal. El nombre de Chopin va ligado inevitablemente a la historia de Varsovia. Tal es la devoción que los varsovianos sienten por su músico más famoso, que le han dado su nombre a un aeropuerto, a una marca de vodka e incluso a un asteroide.
Un pianista excepcional
Con tan solo cuatro años, Frédéric Chopin entró en contacto con el que sería su fiel compañero de vida: el piano. Con ocho años ya se había convertido en todo un prodigio de la música y tocaba con soltura piezas de Beethoven y Mozart. Además, siendo todavía un niño, actuó para aristócratas en pequeñas salas de conciertos en Varsovia. Las obras de Chopin al piano llegaron a resonar en el antiguo Castillo Real.
Chopin pronto se convirtió en el mejor pianista del romanticismo, y sus maestros del conservatorio de Varsovia afirmaban que no tenían nada más que enseñarle. Era un genio.
Compuso su primera obra con siete años y, como todavía no sabía escribir bien, fue su padre quien le ayudó a transcribirla. Desde ese momento, no paró de componer y de viajar para empaparse de la música de otros países. Frecuentó Praga, Viena y París, donde vivió los últimos 17 años de su vida.
Entre sus obras maestras destacan dos conciertos para piano, valses, mazurcas y polonesas, un género que reinventó por completo. Le gustaba tocar para grupos pequeños de gente, en un ambiente más íntimo y acogedor, donde se sentía libre para improvisar y dar rienda suelta a su talento.
Las huellas de Chopin en Varsovia
Chopin fue un niño frágil y enfermo. Murió en París con 39 años y su mayor miedo era que lo enterraran vivo. Por ello, pidió que lo abrieran antes de meterlo en el ataúd, y hoy en día el corazón de Chopin descansa en la iglesia de la Santa Cruz de Varsovia, por deseo propio del compositor.
El Museo de Chopin de Varsovia es el mejor lugar para conocer la vida y la obra del músico polaco por excelencia. Además, frente al museo hay un mural muy famoso que plasma la vida del autor.
Paseando por Varsovia también veréis muchas de las salas de conciertos donde Chopin solía actuar para un público muy reducido. En la actualidad, en muchas de esas salas todavía se pueden escuchar las características melodías de Chopin.
Concierto de Chopin en Varsovia
Ver un concierto de Chopin en Varsovia es una experiencia única en la ciudad natal del compositor. Este recital de piano en una pequeña sala del casco antiguo de Varsovia es una forma excelente de escuchar en directo las piezas de uno de los mejores músicos de la historia.
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